Los oxcars? Estupendos, gracias

Tras el pequeño encuentro que tuve el miércoles por la noche, y que por cierto me propició una buena cantidad de visitas (polemizar tiene sus resultados), asistí a la gala de los oXcars.

Muy divertida empezando por el burrofax de las consonantes fricativas, y terminando con el karaoke digital con su fin de fiesta espontáneo.

Un curro y un despliegue de medios espectacular: unas 4 cámaras para retransmitir en directo, música en directo (me encantó la brutalísima versión que hizo Triolocría del Romance Sonámbulo de Lorca), una cocinilla portátil para la tortilla colaborativa, las peticiones de libertad para el color magenta, el hilo musical con música libre, el duólogo acerca de los pasaportes de Akram (que risas y que recuerdos), el Book …

Por el contrario, y siguiendo mi espíritu incansable de pinchar, una apreciación dirigida a cierto sector del público asistente. Me refiero a aquel que se rió de, silbó a e incluso soltó algún exabrupto hacia, cuando no pasó de todo y empezó a hablar en voz alta en diferentes momentos de la gala, como en diversas actuaciones musicales, o en la presentación de Born of Hope (una fan-film-spinoff de El Señor de los Anillos) por su directora Kate Madison.

Alguien que ha dedicado todos sus ahorros y 6 (seis, sis, six) años de su vida en hacer una película merece todo el respeto del universo, por mucho que no guste la temática.

Cada cual es bien libre de hacer con su tiempo lo que quiera, pero personalmente encuentro una falta de respeto brutal presentarse en una gala cultural, que defiende el trabajo a veces muy difícil de personas que corren un riesgo enorme de quedarse sin dinero y sin casa, y tener las santas narices de no dejar escuchar, por no decir ya de silbarles o abuchearles abiertamente.

La cultura libre no va solamente de ir a saraos, fiestas ni conocer a gente. A parte de currar produciendo, o montando galas como los oxcars, va de respetar el trabajo de los demás, por no hablar ya de respetar directamente a las personas en primer lugar. El networking puede hacerse tranquilamente luego, en la fiesta. Cuando toca. O en los pasillos.

Mal vamos si no entendemos que para compartir primero hay que ver, respetar y reconocer el trabajo ajeno.

Let me show you my paprika…

Edward Weston, fotògraf genial. Quan estudiava per a fotògraf, el Mestre Llorenç ens va parlar “dels pebrots den Weston”… i ens els va ensenyar.

Look what a beautiful Paprika!

Ara resulta que en Weston, a més de tenir molts pebrots, era un ciutadà del planeta Paprika…

i came on my spaceship to save the earth
i’ve been to the south and i’ve been to the north
check me out dubbing when you hear me sing
i’m an ugly duckling and a beauty king
i’m an alien elvis, i bring love and joy
my dance might remind you of the disco boy
i’m the young i’m old i’ve got a heart of gold
i’m an ultimate kitsch of the people of the world

some say that i come from russia
some think that i come from africa
but i’m so exotic i’m so erotic
cause i come from the planet paprika
aiii aii aii citizen of planet paprika,
aiii aiii aiii greetings from planet paprika

some say that i come from russia
some think that i come from africa
but i’m so exotic i’m so erotic
cause i come from the planet paprika
aiii aii aii citizen of planet paprika,
aiii aiii aiii greetings from planet paprika

brazil, japan, northern pole, balkan
tel aviv, barcelona, beirut, teheran
this planet is a mess we had to interfere
now we are here so have no fear
you had to do stop because enough is enough
while fighting for oil, you forgot about love
there’s a war in the east, a war in the west
there’s too much death and too little sex

some say that i come from russia
some think that i come from africa
but i’m so exotic i’m so erotic
cause i come from the planet paprika
aiii aii aii citizen of planet paprika,
aiii aiii aiii greetings from planet paprika

some say that i come from russia
some think that i come from africa
but i’m so exotic i’m so erotic
cause i come from the planet paprika
aiii aii aii the citizen of planet paprika,
aiii aiii aiii look what a beautiful paprika

now come close, call me what you want,
i can be your superhero, james bond,
i’m coming your way and you can’t resist
i know you want to be loved,
you want to be kissed
t’s a light consuation (?)
of paprika vibrations
aliens are coming to help the nations
it’s a light consuation (?)
of paprika vibrations
aliens are coming to help the nations

some say that i come from russia
some think that i come from africa
but i’m so exotic i’m so erotic
cause i come from the planet paprika
aiii aii aii the citizen of planet paprika,
aiii aiii aiii greetings from planet paprika

some say that i come from russia
some think that i come from africa
but i’m so exotic i’m so erotic
cause i come from the planet paprika
aiii aii aii let me show you my paprika,
aiii aiii aiii look what a beautiful paprika

Consecuencia e incongruencia: cámaras en los oXcars

(NOTA: todo sigue en los comentarios.)

Una de las cosas que intento siempre es ser consecuente con lo que pienso, digo y hago. Algunas veces, me causa problemas. Otras, como hoy, dilemas.

Estaba yo comprando mi entrada para la gala de los oXcars de mañana y, tras poner los datos necesarios, cuando iba a seguir el proceso, me ha dado por leer las “Condiciones de compra”.

Desde que he llegado al punto 6, y luego he visto el punto 7, francamente, me estoy planteando seriamente asistir o no:

6. En el momento de entrar al recinto, el público puede ser
registrado según la Ley, no permitiéndose, en ningún caso, la entrada de
objetos que puedan ser considerados peligrosos por la Organización o que
estén prohibidos por la normativa vigente, así como cámaras fotográficas
o de video, grabadoras o cualquier otro aparato de captación de imagen y
sonido.

7. En eventos musicales quedan reservados todos los derechos de
imagen y propiedad intelectual derivados del evento, no pudiendo el
público asistente filmar o grabar el mismo sin una autorización escrita
de la Organización.

Que para comprar una entrada para “el mayor evento de cultura libre de todos los tiempos” tengas que aceptar no filmar ni grabar el evento sin autorización escrita tiene muchas narices. Se me ocurren cosas como “en casa de herrero, cuchara del palo” (si, del palo), “la primera en la frente”, y por el estilo. Como dirían en el APM? “Cagada total!”

No sirve lo de “es lo que sale siempre en las entradas” ni “son las condiciones de la sala” ni nada de nada, porque estamos en el mismo caso de los libros que requieren permiso escrito del editor para poder leerlos.
Si queremos cultura libre hay que cambiar las cosas, pero cambiarlas de verdad. Empezando por estas pequeñas cosas: no se puede hacer un evento para fomentar la cultura libre, y prohibir la entrada de una cámara de fotos en la puerta.

Trabajar el fondo está muy bien, pero también hay que cuidar las formas: la mujer del César no solamente debe ser honesta, si que también tiene que parecerlo.

Atención, concentración e inmediatez

Hace ya unos meses que no hago un repaso de mis feeds. Esa lectura para ponerse al día de lo que dice y piensa la gente que te interesa, de algunas de las noticias del mundo…

Del mismo modo, hacía tiempo que no me ponía a escribir en éste blog, pero si que he continuado con los mensajes de estado cortos en twitter, y hace unos días comentaba con Meri que estaba agobiado de series, que me apetecía ver una peli. Algo largo, una historia completa, con su inicio, su desenlace y su final.

Ese ‘retroceso‘ en la lectura de feeds se ha visto ‘compensado‘ con la lectura de, hasta el momento, 3 libros (en formato original): Criptonomicón (1 volúmen en inglés, 3 en la traducción española) y los dos primeros del Ciclo Barroco (3 volúmenes en inglés, 8 en la traducción).

Para quien no conozca las series, baste decir con que Criptonomicón narra historias paralelas, situadas en la 2a Guerra Mundial y los 90, protagonizadas por los abuelos y nietos de los personajes respectivos.
El Ciclo Barroco tiene lugar entre los siglos XVII y XVIII, y los protagonistas son los ascendientes de los mismos personajes, que se relacionan con personajes tan singulares como Newton, Leibniz, Guillermo de Orange, Luis XIV y otros, y en la que aparecen ciertos escenarios que anteriormente habían aparecido en Criptonomicón (pero que si siguiéramos la línea temporal del libro, aparecerían unos 2 o 3 siglos después). Y por si fuera poco, el tiempo ‘histórico’ va saltando hacia adelante y hacia atrás.

Como puede verse, la línea argumental no es precisamente de aquellas cortas y fáciles de seguir, como podrían ser posts de un blog o noticias diarias. Y esto entra directamente en el debate, latente, de la capacidad de concentración para seguir textos largos y complejos, y de como Internet puede llegar a modificarla.

Pero no solamente se trata de Internet y texto escrito, si no también la TV, o algunos de sus productos. Mientras la producción cinematográfica es más patética que nunca, las series están en su momento de oro.

Todas con sus capítulos de entre 30 y 40 minutos en los que se desarrollan pequeñas historias, muchas veces siguiendo una fórmula como en House, y que, a veces y de fondo, desarrolla una historia ‘secundaria’ entre los diversos personajes a lo largo de los episodios.
La cosa es que si uno ha de confiar en ver estas series en la televisión normal de casa, termina viendo el primer capítulo de la segunda temporada tras el octavo capítulo de la quinta. Pero lo fuerte es que tampoco te pierdes y resulta completamente coherente ver los capítulos de forma desordenada (otro caso sería Lost, serie que puedes ver en modo “rebobinado” y te enteras de lo mismo que si la vieras en modo “play” normal).

Se sabe que la atención va más cara que nunca, y que si haces cualquier cosa que dure más de unas 500 palabras o 40 minutos, se pierde audiencia.
En el reportaje que comentaba hace unos meses, Digital Nation, los entrevistados lo corroboraban: se les da muy bien la lectura y escritura de pequeños bocaditos, pero cada vez cuesta más realizar y enlazar, así como seguir, estructuras complejas y con una línea argumental definida.

Facebook y Twitter, un álbum de cromos y fotos con comentarios cortos y un sistema de mensajería instantánea de estados que permite un máximo de 140 caracteres, se están convirtiendo en una especie de peligroso estándar de comunicación que, a parte, no llevan consigo ningún sistema de archivo ni consulta.

No se si estos hechos afectan al sistema cognitivo ni a la gestión de la memoria, pero, ¿podría ser que este déficit de atención colectivo a largo plazo llegase a afectar a la memoria, haciendo que los recuerdos sean más parecidos a una foto de un instante determinado?

¿Podría ser que si la capacidad de concentración no da más que para textos cortos y productos audiovisuales de un máximo de 40 minutos, la memoria llegue a adaptarse y fragmentarse?

¿Puede ocurrir que se llegue a perder la capacidad de relatar nuestra historia y que, en vez de ello, solamente podamos ser capaces de contar breves capítulos de nuestra vida?