Els no tan nous amos d’Àfrica

Acabo de veure un anunci del 30 minuts d’avui diumenge: Els nous amos d’Àfrica.

Si fa poc parlàvem sobre per què cal globalitzar Àfrica, m’agradarà molt veure aquest documental.
Mentre uns es continuen gronxant en la nostàlgia i d’altres canvien de tema ràpidament quan senten la paraula “globalització”, la Xina ja fa anys que està fent-se amb l’economia del continent.

Potser quan alguns pensin que era una bona idea, sigui massa tard…

Banalidad, inmediatez y reflexión: lecciones del dospuntocerismo

Un imitador de Quim Monzó manifestándose
El viernes, nos fuimos a dormir con una situación curiosa. Medio mundo se maravillaba del gran salto democrático que había sucedido en Egipto. Aires de libertad, vientos de cambio, aromas de democracia…
Curiosamente, todos hablaban de la gran emoción que sentían al ver caer al segundo dictador en pocas semanas… dejando el relevo explícitamente a los generales.

Pero el domingo amaneció sin todos los sentidos de la gloriosa revolución pacífica. En su lugar se oía un siniestro ruido. Ese tintineo de sables. El tintineo de las cadenas de los tanques avanzando por las calles.

Pues bien. Se han suspendido las dos cámaras parlamentarias, cosa normal ante unas posibles elecciones… Pero lo que resulta ‘curioso’, por no decir siniestro y que tiene una mala pinta tremenda, es que también se haya suspendido la Constitución. Y se mantenga el estado de emergencia (una de las peticiones de El Pueblo® antes del viernes era que se retirase). Y que salga un general anunciando que el proceso va a durar unos seis meses… o hasta que se completen las elecciones, sin decir nada sobre fechas. Además, como en todo buen estado de emergencia, el ejército va a poder legislar por decreto.

En fin, que ya han saltado las primeras chispas entre El Pueblo® y su Ejército (patent pending).

Por mucho que los defensores del papel del dospuntocerismo en las revoluciones tunecina y egipcia, ambas estancadas en una situación extremadamente peligrosa, se afanen en los análisis y predicciones, la realidad es que estamos en una era en que la inmediatez, por muy banal que sea, gana por goleada a la reflexión.

Lo ‘importante’ es soltar un tuit, el que toque en ese momento. Mostrar la adhesion a la causa. Tener la portada de mañana lista hoy a las 11 del mediodía. Pensar, reflexionar, analizar con calma no está bien visto. Porque cuando, por lo general, se acierta, salen los que acusan de agoreros y aguafiestas.
Eso si, los blogs están muertos. Igual que el periodismo, que se limita a soltar primicias en forma de twit y de subtitulo. Breaking News, titulares efectistas cuando no aberrantes y portadas con las noticias de anteayer. Luego, cuando la cosa se calme, ya se cambian los titulares y se rehace el texto.

¿Esto quiere decir que la capacidad de racionalizar, de pensar y de analizar fríamente la realidad también desapareció? ¿Muera la capacidad crítica? Visto lo visto, así lo parece. Luego hay quien pregunta ‘donde están los pensadores’.

La realidad supera la ficción

Hay un corolario o variación en el libro de la Ley de Murphy que viene a decir algo parecido a que cuando todo el mundo pasa por problemas excepto alguien, que vive más contento que unas pascuas, es que éste último no se enteró de la situación.

Es lo que parece estar pasando por el sistema bancario español, ya que cuando los bancos de un país salen en la prensa por ser los únicos del mundo que resisten, mientras todos los demás se hunden, es que pasa algo. Y malo.

En The Economist titulan From Heroes to Zeros y vienen a decir que mientras que hace un par de años casi toda la prensa, Economist incluido, alabó el sistema bancario español por ser el que “estaba más mejor prerarado”, ahora advierten la debacle que se avecina, tras el primer chute de mogollocientosmil millones de euros en 2008:

  • Mientras que en todos los Estados (que es algo diferente a un País) afectados por el yuyu de la vivienda los precios se desplomaron (alrededor del 20%) y llegaron a su precio “normal”, aqui en Zombieland el bajón fue de, más o menos, 12%… por lo que a pesar de los ladrillazos (los rescates al pobrecito sector de la construcción), la cosa va a tener que bajar y volver a la realidad.
  • La bancalización, conversión+nacionalizacion (todo eso tras año y medio de follón de fusiones), del sistema de cajas, es decir, el rescate, chute de dineros y demás, lo pagaran los contribuyentes de sus bolsillos.

Ah, que el paro sube y sube y la recaudación por impuestos lógicamente baja y baja… y los que trabajamos vamos a tener que “levantar al país”, como dice la broma… pero en serio. Pues nada hoygan… Princesas de Barrio es un gran sustitutivo barato al chocolate (además de un gran indicador del futuro).

Free Bernie!!
En fin, que España está a puntito a puntito de sentir aquello del “bofetón de realidad“. Pero más que ‘bofetón’, va a ser una explosión de las buenas, la realidad va a explotar directamente en los morros, sacando a muchos del mundo de ficción ilusorio donde todo era perfecto y EH!paña un paraíso terrenal.

Pero como siempre, la culpa es de los padres, que las visten como putas. Como por ejemplo ese gran tipo al que, tras comprarle mierda, todo el sector financiero mundial le echó la culpa por habérsela dejado comprar. ¡¡Bernie Madoff!! Un gran tipo que comprendió el sistema del mundo, lo usó… y se lo comieron.
Eso si, ninguno de los bancos ni banqueros se responsabilizó de, a su vez, haber re-vendido la mierda a terceros y a cuartos con intención de forrarse… durante más de diez años aún sabiendo que era un fraude.

El sistema español se preocupó por explicar que no había sufrido demasiado con Madoff… pero la verdad es que es imposible estafar a quien inventó, entre otros, el timo de la estampita. Además, ¿para que meterse en estafas ajenas cuando puedes hacer la tuya? El agujero que ellos mismos crearon con muchas otras cosas siguió creciendo y creciendo… y ahora empezamos a ver su tamaño. Como siempre, la realidad superará la ficción.

Pero bueno, siempre tendremos al más grande, al más fantástico, al más ….. al más mejor… ¡Místerrrrr Botín! Un pedazo de banquero español que, hace apenas dos años, daba lecciones de economía a los herederos de Adam Smith. Con un par.

Repetid, niños:

If iu ar jíar tunai, it is bicós iu er a güiner.

Consultoría pragmática #7: el cargador universal

Ayer en el coche escuché un pedazo de noticia. Rimbombante. Con slogan atractivo. Un notición, vamos. Que a partir del año que viene ‘llegará a Europa’ el Cargador Universal.
Pero mientras unos dicen ‘el año que viene’, otros dicen ‘en 2011‘.

La cosa es que en la noticia hablaron de la Comisión Europea, de los 14 fabricantes de telefonía móvil, de un gran acuerdo, de pruebas, prototipos y consensos.

Entonces me acordé de mi LG, adquirido en junio de 2010, que viene con un aparejo extraño. Una especie de vellocino de oro. Pero en vez de vellocno, está hecho de plástico. Y en vez de ser dorado, es negro.

No es ninguna criatura mítica –bueno, igual para la Comisión Europea® sí. Se trata de, oh… ah!, un cable con conexión usb en un lado, y micro-usb en el otro. Exactamente como el de la foto. El extremo de conexión normal se conecta a un pequeño transformador que, a su vez, se conecta a un enchufe, o bien puede conectarse directamente al ordenador, pudiendo entonces copiar y mover ficheros entre el teléfono y el ordenador. Genial, ¿no os parece?

En ambos casos, al conectar el cable, el teléfono empieza a cargar la batería, automáticamente, sin necesidad de nada más y por el mismo precio y sin ninguna suscripción mensual, siendo así un cable de datos y de carga eléctrica.

NOTA: Los accesorios necesarios para conectar a un enchufe diferente de los españoles se venden a parte en su tienda de telefonía móvil más cercana.

Cuando me enteré que el LG GW620 venía con la versión 1.5 de Android y que ni LG ni Orange tienen prevista una actualización ni si quiera a 1.6, me sentí humillado. Un mierdecilla de Amish Digital con una versión pobre y desfasada.

Pero ahora, veo que soy un privilegiado, pues tengo en mi poder uno de los primeros prototipos del Cargador Universal®, ese que y Los 14 Grandes Fabricantes® están estudiando comercializar, y por el cual se han gastado tropecientos megallones de euros en investigaciones de compatibilidad y seguridad de la tecnología de cableado USB.

Como dijo el representante de la Comisión:

El desarrollo de normas técnicas para garantizar la compatibilidad y la seguridad de los nuevos cargadores universales va por buen camino

Me quedo mucho más tranquilo…

Y ahora, señores/as de la Comisión Europea y de los 14 Grandes Fabricantes, les recomiendo un vídeo, por si todo este tinglado de El Cargador Universal® en USB se les queda corto:

¿Leer? ¡Para qué!

Algunos dicen por ahí que Internet nos hará tontos. Puede que tengan razón, puede que no.

Pero a través de Tech Crunch acabo de encontrar una ‘herramienta’ que ayudará a reducir aquello de la capacidad lectora, y con ello la capacidad escritora. Topicmarks es una aplicación web a la que puedes mandarle un texto largo, y ella solita se lo lee, te hace un Resumen Ejecutivo”, te marca las palabras clave y te lo manda todo por email.

Hice una prueba con la segunda parte del artículo sobre el FC-Forum. El resultado es, bueno… mejor lo ven ustedes mismos.

Una cosa es productividad. Otra cosa es volverse gilipollas. Me encanta ser un Amish Digital.

Edición 2022: algunos enlaces ya no funcionan, pero creo una buena idea dejarlos, para ver como el hype y el humo tecnológico siempre acaban rindiéndose a las leyes de la física, es decir, evaporándose.

Lo que se avecina: Internet y las facturas a peso de bit

El instrumento del Diablo...
Hace mucho tiempo, en un país no demasiado lejano, existía un aparato electrónico llamado Modem que permitía conectar un ordenador a otro, permitiendole el acceso a las Butlletin Board Systems o BBS, y luego a Internet, a velocidades tan absurdas de transmisión como 56kb por segundo (o 5.6).

En ése país no demasiado lejano, conectarse a BBS o a Internet conllevaba hacer llamadas a números de tarificación especial, lo que suponía pagar unas facturas de órdago a final de mes ya que existía el Monopolio de la Timofónica.

Pasó el tiempo, y un grupo de esos usuarios de redes telemáticas se juntaron para explicar su problemática y pedir una solución acorde con la realidad, tal y como se hacía en otros países del mundo. La idea era que La Timofónica creara un sistema de tarificación por el cual las conexiones entre ordenadores no facturasen por minuto, si no que tuviera un precio fijo. Y nació la Tarifa Plana Ondulada, que empezaba a las 18h de la tarde, y duraba hasta las 8 de la mañana del día siguiente.

Que un programa de intercambio llamado Napster fuera de los más usados, no tuvo nada que ver a que empezaran a proliferar pequeños programas que permitían programar la des conexión de la llamada a una hora determinada, por lo que se podía dejar el ordenador conectado toda la noche, sin tener que poner el despertador para evitar un facturón de tres pares de huevos.

Luego el monopolio de La Timofónica desapareció se diluyó transformó en oligopolio y empezaron a salir otras empresas que ofrecían soluciones telefónicas y de comunicación.

¡Dios mío Marty! ¡256 kilobits!
Y entonces llegó una maravilla tecnológica que se llamaba ADSL. Consistía en otro pequeño aparato electrónico que se mantenía conectado permanentemente a Internet… las 24 horas del día. El sistema de tarificación era como una Tarifa Plana pero a lo bruto. Por un precio fijo, los clientes podían conectarse a Internet a cualquier hora del día, sin problemas en las facturas, y a velocidades de conexión tan burras como, atención, 256 kb por segundo (o 25.6).

Y sobrevino el boom de Internet. La gente empezó a conectarse y a usar Internet para cosas muy dispares los unos de los otros. Algunas empresas de telecomunicaciones cambiaron de manos, aparecieron nuevas y desaparecieron otras. Pero una cosa que las mantenía unidas era su competición por conseguir más clientes. Esa competición se producía mediante el aumento de las velocidades de conexión que ofertaban, por el mismo precio que antes. De 256 kb pasaron a 500… llegaron otras empresas que ofrecían, además de llamadas y conexión a Internet, otros contenidos como ¡televisión por cable!

Y otro de los factores que igualaba a todas las empresas de telecomunicaciones era que ninguna de ellas, repito: ninguna de ellas, mencionó nunca que la transmisión tenía un límite mensual. Es decir, que no existía un límite en la cantidad de datos que podías transmitir.

Pero esto pasó, como dije, hace mucho tiempo.

Hace unos meses, en Canadá se aprobó una nueva normativa que volvía atrás en el tiempo. La única diferencia es que ahora, en vez de por tiempo, la factura va “al peso”, como con el jamón.
Ya hacía años que las grandes empresas de telecomunicaciones canadienses iban cerrando el grifo de la transmisión de datos a sus clientes, recortando megabit tras megabit.
Si un cliente quería más ancho de banda, simplemente tenía que irse a otra empresa algo más pequeña que le ofreciese mejores condiciones, como por ejemplo una conexión sin límites de 5 mb por segundo por unos $40 (unos 30€ al cambio).

Pero la poderosa Bell Canada (sobrina de la famosa Ma’ Bell que monopolizó las comunicaciones telefónicas en los Estados Unidos entre 1877 y 1984) le comió la oreja al organismo regulador de las telecomunicaciones, que finalmente decidió que los pequeños proveedores debían aplicar obligatoriamente los recortes en el ancho de banda, practica que las grandes operadoras habían decidido hacer de forma voluntaria y EJEM-espontánea-EJEM.

Con éste cambio en la facturación, las grandes empresas de telecomunicación se aseguran que desaparezca la competición con las pequeñas operadoras que les ‘quitaban‘ clientes y, fíjate tu que cosas, cobrar 2$ por cada Gigabyte extra que descarguen sus clientes. De ese modo, una película en sistema de Alta Definición, o HD, costaría unos $8 solamente para descargarla, a lo que hay que sumar los costes de alquiler en sitios como Netflix, Hulu, Alphaline o cualquier otro sistema.

El caso canadiense, que por cierto ya está empezando a recular, es uno de los primeros en que las telecos intentan abiertamente lo que ya llevan tiempo avisando:

Las infraestructuras se están colapsando y hay que mejorarlas. Para eso hace falta una inversión, y esa inversión la tiene que pagar alguien [y no vamos a ser nosotros].

De lo que se olvidan esas empresas es que millones de clientes ya están pagando para que se haga la inversión, que las infraestructuras no solamente no están colapsadas si no que aún pueden dar infinitamente mucho más de si, y que los gastos que tienen actualmente ya no son los mismos de antes, cuando las centralitas eran analógicas.
Actualmente tal y como explicó el CEO de Comcast, el coste se limita a mandar datos de un lado al otro.

Doblar, como lo oyen D-O-B-L-A-R el ancho de banda en un barrio entero cuesta tan poco como $6.85, un poco menos que descargarse una película HD con las nuevas imposiciones, ya que los avances en la tecnología hacen que Las Infraestructuras necesarias para proporcionar un ancho total de 50Mbps cuesten, actualmente, bastante menos que lo que costaron en su tiempo los equipos para 6Mbps.

No se trata de derechos, adquiridos o comprados en las rebajas, ni que las telecos dejen de cobrar por su trabajo. Se trata que una cosa es poner tu precio y que los clientes puedan elegir comprar tu producto o no, otra cosa es montar un oligopolio y pactar precios (no oficialmente, claro, que eso sería ilegal, ¿verdad?), y otra cosa muy diferente es querer cobrar dos y hasta tres veces por un mismo servicio.

¿No decían que "todo tiene un precio"?
En Canadá se organizaron y finalmente parece que las imposiciones orquestadas por Bell Canada van a derogarse. Lo que si que es seguro es que, a no mucho tardar, las grandes constructoras de infraestructuras y las empresas de telecomunicación empezarán a aplicar a la telefonía fija lo que ya hace tiempo que hacen en la móvil: pasar a un sistema de facturación al peso. ¿Quien es el pirata?

Si quieren cobrarnos dos veces, igual sería hora de soluciones imaginativas, como recordar a esas empresas que “sus infraestructuras”, de sobras amortizadas, aprovechan derechos de paso que cruzan “nuestras calles, sótanos y sistemas de alcantarillado“… ¿Que tal sería empezar a negociar el precio de esos derechos de paso?

Tormentas de polvo que llegan de África

Las revueltas de éstas semanas en el norte de África están empezando a destapar uno de los más grandes problemas del continente entero: los cleptócratas que andan saqueando el continente desde que los países europeos terminaron la des-colonización:

El cambio a la democracia que puede llegar en los países norte-africanos no está mal (hasta que no lo vea…). Es bastante mejor que una cleptocracia dictatorial a manos de un fulano y sus amigotes, que llevan sentados puño en alto en la misma silla desde los años 80.

Pero para que los acontecimientos de estos días y semanas tengan realmente una repercusión a largo plazo y cuajen, paralelamente hay que parar de mandar ‘ayuda humanitaria’ y destrozar su economía. Hay que abrir mercados para que puedan empezar y continuar con sus negocios. Es necesario que licenciados en informática no tengan que poner un chiringuito ilegal de venta de fruta en un mercado para vivir, y terminen prendiendose fuego.

Es el tema de mi artículo Tormentas de polvo que llegan de África, que publica hoy Generación.net en su Editorial.

Todo un honor 🙂