¡Extra! ¡Extra! ¡¡Investigadores de Harvard descubren el homo sapiens!!

¿Que si Facebook inventó las relaciones interpersonales? Me encanta que me hagas esta pregunta...
Que el ser humano es propenso a reinventar la rueda una y otra vez, para luego tropezar en la misma piedra una y otra vez no es noticia. La noticia hoy, La Noticia, amigos, en mayúsculas, es que un NUEVO, novísimo estudio de Harvard (¡fuck yeah!) asegura que, atención amigos, los humanos de hace miles de años se reunían entorno a una hoguera… y que eso formaba una “red social”.

Os juro que no tengo palabras para expresar mis sentimientos ahora mismo, pero lo intentaré.

A ver, que la cancamusa, la impostura y los vendedores de humo hagan eso, vender humo, es una cosa que puede tocar más o menos las narices. Pero que vengan ahora unos señores sociólogos de Harvard, recién salidos de su burbuja académica, a decirnos que están tremendamente sorprendidos de que alguien inventara eso de las relaciones personales unos 9000 años antes que Facebook, debería considerarse un atentado contra la inteligencia. Y como sería un atentado, debería aplicarse la anti-terrorista.

Al loro con lo que dice el perpetrador del estudio, Nicholas Christakis, profesor de sociología médica (¡sociología médica!) y medicina en la Harvard Medical School, y profesor de sociología en la facultad de artes y ciencias de Harvard:

Lo realmente sorprendente es que las antiguas redes sociales humanas se parecían mucho a lo que vemos hoy en día. Desde el momento en que estábamos sentados alrededor de una hoguera y nuestras palabras flotaban en el aire, hasta hoy cuando tenemos paquetes digitales de datos flotando por el éter, hemos hecho básicamente el mismo tipo de redes.

Y luego el co-autor, James Fowler, profesor de medicina genética y ciencia política (toma ya la mezcla) en la Universidad de California:

Hemos descubierto que lo que las personas modernas hacen actualmente con redes sociales en Internet es lo que siempre habíamos hecho – no solamente justo antes de Facebook, si no incluso antes de la agricultura.

El estudio sigue, pero no tengo valor para continuar leyéndolo.

Que dos sociólogos trasnochados que seguramente lleven los últimos 30 años viviendo encerrados en un sótano salgan a la calle es realmente notable. Que publiquen un nuevo estudio en el que descubren, en 2011, que el ser humano se relacionaba con otros seres humanos antes de Facebook es, como mínimo, motivo de fiesta y jolgorio de masas.

El siguiente paso lógico es que el rector de Harvard los ponga a trabajar en algo serio. Limpiando cunetas o lavabos de instituto sería un destino acorde con la trascendencia de su estudio.

Pero lo peor es que habrá quien se tome la gilipollez en serio. Y también en serio, cada vez me planteo más seriamente empezar a apartarme de la enorme fuente de imbecilismo en que se está convirtiendo la red últimamente.

Hace años, Internet era una herramienta que servía como fuente de información y contraste de la misma. Ahora, resulta que el éxito de una revolución democrática se basa en si ésta es trending topic en twitter (y no importa qué pasa luego), y ahora salen dos tipos de una ¿prestigiosa? universidad con esto.

Me quiero bajar.

Previously in Arfues.net: Banalidad, inmediatez y reflexión: lecciones del dospuntocerismo

Decrecionismo, naturaleza y humanidad

Nunca me ha gustado el movimiento decrecionista. El ecologista, un poco, especialmente cuando era joven, inexperto y socio de Greenpeace. Ya no.

El ecologismo radical y los defensores del decrecionismo se justifican a si mismos abogando que la humanidad es la causante de todos los males de la naturaleza: los mares contaminados, el Cambio Climático Antropomórfico©, el Peak Oil y las tremendas montañas de basura que van a comernos en breve y harán realidad la utopía de Wall-E.

Con esto, están diciendo que el ser humano no forma parte de la naturaleza. Pero si nuestra especie no forma parte de la naturaleza, ¿qué es? Para mi, se trata de un odio tremendo hacia la raza humana, causado vete tu a saber por qué trauma.

Si no no se explican la eugenesia, iniciada por Platón y desarrollada y apoyada por el hijo de Charles Darwin, John Maynard Keynes (lamentablemente famoso economista ahora de moda, que fue presidente de la Sociedad Británica de Eugenesia), Winston Churchill, George Bernard Shaw, H.G. Wells (autor del manifiesto luddista “La máquina del tiempo” y de “La guerra de los mundos”, que seguramente inspiró a Krugman en su delirante petición de invasión alienígena como solución a la crisis de la deuda)… todos ellos relacionados con la Sociedad Fabiana, precursora del socialismo, y sus estudios para usar la eugenesia en relación con las clases sociales. Todo ello nacido en uno de los periodos más lamentables de la historia, la era victoriana.

Si no no se explica el ansia por el “cambio de paradigma” del decrecionismo, que aboga por volver al punto histórico anterior a la Revolución Industrial, literalmente, tanto tecnológicamente como en niveles de población (lo que significa que más de cinco mil millones de personas “sobran” en el planeta). Por cierto, actualmente podemos ver cómo funciona el decrecionismo en toda Europa, especialmente en Grecia y aquí en la puerta de nuestra casa, en Zombieland.

Muchos ecologuays sacan el ejemplo del comportamiento de los animales, que no ‘matan por placer’ ni realizan comportamientos que atentan contra su propia especie. Todo esto de “volver a la naturaleza” es muy bonito, si entendemos la naturaleza como aparece en las películas de Disney (y no en todas).

La naturaleza es dura, muy dura. Y a los que gusten de películas de naturaleza, les recomiendo Into the wild. Los animales viven en constante estrés, en un entorno de escasez total de comida y por lo general, muy pocos llegan a viejos debido a muertes violentas, sangrientas y agónicas, tanto si son cazados por un depredador, como si por accidente se rompen un hueso y son apartados de la manada (muriendo de inanición y deshidratados tras días de agonía).

Ésto es la naturaleza: violencia y muerte. Algo salvaje y sin control. Quien pretenda volver a ese estado, es que no está muy bien de la cabeza.

Ah, y todo ha venido a raíz de éste vídeo del gran Stephen Fry en que habla de la existencia o no de Di’s o los dioses, aunque no comparto para nada su comparación exclusiva del humanismo con el ateísmo, ni su visión del pensamiento griego. Precisamente es ese pensamiento y razón griegos los que han llevado a pensar que “un solo Dios significa una sola verdad, una sola forma de ser”. Pero esto es otra historia.